​Fruto de una residencia artística en la Fundación Bogliasco (Italia) entre abril y mayo del 2018, desarrollé este proyecto artístico titulado: «The Mindful Body: an explorative journey as a woman through photo-therapy and self portraits»  (el cuerpo consciente, un viaje exploratorio como mujer a través de la fototerapia y del autorretrato).

Las representaciones femeninas en el arte siempre han estado vinculadas a sus cuerpos desde una perspectiva naturalista y masculina. Y el cuerpo desempeña un papel central en el pensamiento social y político. Esta es la razón por la cual las teorías feministas de la encarnación se centran en aspectos distintivos de la encarnación femenina que producen distintas formas de estar en el mundo, y por lo tanto de ser mujeres. El cuerpo siempre está sujeto a la cultura y desempeña un papel en nuestro sentido subjetivo del yo. Por eso es nuestro campo de batalla. ​ Por ello y porque decidí escribir en él conflictos y proyecciones que van desde arquetipos, a procesos de emancipación y autoconocimiento.

A través de mi experiencia como psicóloga, antropóloga y fotógrafa pero también debido a mi vida personal, el cuerpo siempre me ha parecido un lienzo en blanco donde encarnamos nuestra cultura y educación, pero también proyectamos contradicciones, creatividad y luchas que dan forma a nuestra identidad.